Comidas abundantes, condimentadas y excedernos un poco con las celebraciones de la Navidad y año nuevo puede traer algunos malestares digestivos, que pueden encontrar alivio con infusiones con de romero.
El orégano es empleado desde la antigüedad como remedio casero, además de ser una especia muy empleada en la cocina por el sabor que aporta.
Se puede consumir agregando las hojas o molidos en las preparaciones, y en infusiones, que en el caso de malestares digestivos se recomienda beber luego de la comida.
En la Fundación Dr. Antoni Esteve, que promueve la comunicación en el ámbito farmacoterapéutico, explican que “el orégano aumenta la producción de jugos gastrointestinales, favorece la digestión y es un buen antiespasmódico.
Por ello se usa en caso de dispepsias, flatulencia, espasmos o cólicos de los órganos digestivos”.
Propiedades del orégano
Dentro de las propiedades de esta especia destaca que es expectorante, antiinflamatorio, tiene efecto relajante muscular, es antioxidante y antimicrobiano.
El orégano tiene un “alto contenido de polifenoles y antioxidantes, el orégano tiene considerables beneficios terapéuticos y se encuentra entre las plantas medicinales más importantes del mundo”, demuestra un estudio realizado por Behzad Bazgir.
Investigaciones se han demostrado “las propiedades antimicrobianas y antioxidantes del extracto de la planta de orégano y son en parte responsables de inhibir la inflamación y las vías inflamatorias”.
¿Cuánta cantidad se debe beber al día?
Los especialistas recomiendan beber dos o tres tacitas de esta infusión al día, preferiblemente dos, una por la mañana y otra a última hora de la noche, antes de irnos a dormir.
Para realizar una infusión de orégano, se agregan 5 gramos en 150 mililitros de agua caliente, y dejar infusionar durante 5 minutos. Esta preparación se puede hacer con hojas secas u hojas frescas.
Fuente: eldiariony.com