Repùblica Dominicana.-El PLD invita a dos ofrendas florales hoy por el 22 aniversario del fallecimiento de Juan Bosch, una en el Cementerio Ornamental de La Vega y otra en su Casa Nacional, de la capital.
Es probable que su recordación, aunque su nombre está ahora en el debate político mencionado por Abinader, Leonel y Abel, no trascienda a esos dos actos y sea tan solo por esta fecha, porque, duele decirlo, ni su impronta, ni su valioso legado ni su pensamiento están presentes en la práctica cotidiana de la política, y mucho menos en los temas fundamentales de la agenda dominicana.
Señala elcaribe.com es que la prédica de Bosch, no es reeditada ni imitada por ninguno de los políticos en contienda, cuando en realidad, si tanto es admirado por su vida ejemplar, debiera existir una “doctrina boschista”.
Juan Emilio Bosch Gaviño
fue un cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador, educador y político dominicano.
Nació en La Vega, el 30 de junio de 1909. Se dedicó a la literatura, sobre todo al cuento. Fue encarcelado en la dictadura de Trujillo.
En 1939 Bosch se trasladó a Cuba y en julio de ese año fundó el PRD. Luego de 23 años en el exilio, regresó al país.
En diciembre de 1962 fue electo presidente, y 7 meses después fue derrocado. En 1973 fundó el PLD.
Bosch fue uno de los líderes de la oposición dominicana en los exilios contra el régimen de Rafael Trujillo durante más de 26 años, después de haber sido funcionario del dictador.
Bosch enfrentó sectores tradicionalmente poderosos.
Su actitud contra el latifundio le acarreó la animadversión del sector terrateniente.
La Iglesia Católica creyó que Bosch estaba tratando de secularizar el país.
Los industriales recelaban de los beneficios que la nueva Constitución otorgaba a la clase obrera.
Los militares, que antes disfrutaban de la libertad de hacer lo que quisieran, sintieron que Bosch los sometía.
Además, el gobierno de los Estados Unidos se mostraba escéptico ante el menor indicio de la política de izquierda en el Caribe después de que Fidel Castro se declaró abiertamente comunista.
Murió en Santo Domingo, el 1 de noviembre de 2001.