Según informaciones emitidas el colaborador tiene 11 años trabajando en la empresa desde el año 2012 y escaló posiciones hasta llegar a ser conductor.
El accidente tuvo lugar en una curva, lo que impidió una correcta visibilidad entre ambos trenes y redujo la capacidad de reacción del operador que conducía el tren que transitaba en dirección correcta hacia la estación Mamá Tingó.
El adecuado comportamiento de este segundo conductor al activar los frenos de emergencia del citado tren disminuyó drásticamente la severidad del choque entre ambas unidades.