Azua: En esta provincia sureña los negocios aún permanecen cerrados y se pueden observar acumulados de agua en las aceras y contenes, sobre todo, en el sector La Bombita.
Allí, las calles parecen ríos, mientras que el agua no ha subido a las casas.
En medio de la lluvia, una señora llevaba esta mañana comida a su hija, quien tenía colocado en la puerta de su hogar sacos con arena para evitar penetre el agua al lugar.
En tanto que, en el refugio de la comunidad El Rosario, algunas familias seguían a la espera de que no haya peligro para poder regresar a sus hogares.
Y es que la experiencia de inundaciones, que ahí es histórico, los hace conscientes de que regresar cuando aún no pasa la tormenta ni ha dejado de llover, no es una buena idea.
“A nosotros nos ha sucedido eso muchas veces, que nos hemos ido para la casa sin todavía esperar y cuando llegamos allá tenemos que volver a salir corriendo cuando el río allá entra para la casa”, explicó Maura Decena, una mujer que lleva toda su vida en El Rosario.
