“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI falleció a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, reza la nota oficial del Vaticano, en seis idiomas.
La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre. El papa Francisco reconoció que estaba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles que asistían a su audiencia general.
Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se agravó “a causa de su avanzada edad”. Entretanto, el secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, dijo que este era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”.
Los últimos días de Benedicto XVI Benedicto XVI
decidió pasar sus últimos días en su estancia del monasterio en el que reside desde su histórica renuncia al papado, consumada el 28 de febrero. La primera vez en seis siglos, desde tiempos de Gregorio XII.
Desde el 2 de abril de 2013, Ratzinger vivía rodeado de su “familia” vaticana. Junto a él estaban su secretario, un médico y un enfermero. Asimismo, cuatro mujeres laicas consagradas del instituto “Memores Domini”, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del papa emérito.
Benedicto XVI prometió mantenerse en silencio tras su renuncia en señal de respeto por su sucesor. Aunque en algunas ocasiones ha reaccionado a algunas cuestiones de actualidad que le afectaban de algún modo.
Por ejemplo, en febrero de 2022 pidió perdón por los abusos y errores ocurridos durante sus mandatos en los distintos cargos que ha ostentado, tras la divulgación de un informe sobre abusos sexuales a menores en Alemania en el que se le acusaba de estar al corriente en su época como arzobispo de Múnich (1977-1982).
“Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica”, subrayó en un comunicado.
Por Agencia EFE