Por: Juan B. Nina
En el año 2008 empezamos a articular una política nacional de identidad gastronómica en la cual se involucró el sector privado y el sector público, que está siendo útil al turismo tanto local como internacional.
La gastronomía es uno de los lazos principales de la sociedad. La culinaria antropológica nos dice que los alimentos y el lenguaje van acompañados desde el inicio de la vida.
Toda lengua tiene una gastronomía que se divide por regiones y cada región le da el toque de diferenciación a sus platillos.
Esto podrían formar parte de una ruta por plato, el componente étnico es tan importante que merece ser destacado.
Se trata de un emprendimiento basado en la tradición de los pueblos, de la región sur de la República Dominicana.
El granero del sur, tiene habichuelas, guandules, habas, frijoles y lentejas con los que prepara un sabroso sancocho y el anconís con paticas de cerdo, plátanos y guineítos (frijoles guisados) todo adentro.
El granero del sur, en San Juan de la Maguana se destaca por el sabroso chenchén acompañado de chivo guisado y habichuela roja guisada.
Esta comida proveniente de Haití, al igual que las habichuelas con dulce, también se come en San juan, el chacá con dulce y el queso con orégano (arísh) de influencia árabe en las Matas de Farfán, entre otros platos locales.
San Cristóbal, habla por los famosos pasteles en hojas, iniciado por la notable dama Chichita Barinas, así como también los domplines parranderos que se iniciaron en los bateyes de Haina o Jaina y otros de menos importancia en la actualidad como el bobote, los roqueticos de Pimpa Urbáez, que tanto le gustaban a Trujillo, en el Parque de los Vagos.
Bani, con notable influencia de la cocina de los taínos, canaria y de los negros cimarrones que bajaron de la loma de Eloísa y se juntaron con los blancos en el llano y prepararon las arepas de manos, majarete, gofio, los turcos banilejos, los dulces de Paya, sembraron el hielo y le quitaron los mangos Puerto Rico a San Cristóbal.
Y cómo no mencionar las sabrosas arepas hechas de maíz tierno y los dulces de higo de San José de Ocoa, influenciado por los canarios.
El chivo guisado de Azua, con mucho orégano que lo diferencia de la línea noroeste, la gran cantidad de pimienta y romo. También el chacá con sal como comida y con dulce postre y el refresco cocheo.
