GUAYUYAL.- Es un paraje de
Después de peregrinar al escarpar montañas, quemando predios para sobrevivir, y cuando creían perder la esperanza de una vida mejor, apareció una mano amiga. Reeditaron el convite, y hoy desarrollan varios proyectos sostenibles, en lo económico y social.
Para poder sobrevivir, los cabezas de familia abandonaban sus hogares los lunes, se internaban en las escarpadas lomas y montañas, quemaban árboles y malezas para cultivar pequeños predios de guandules, habichuelas y otros rubros, con cuya producción apenas sobrevivían, y retornaban a sus hogares los sábados por la tarde.
El presidente de
Odebrecht ha aportado el ciento por ciento para la instalación del invernadero, con un sistema de riego por goteo, le compra toda la producción a los precios del mercado, financió también la instalación de la granja en la que hay decenas de gallinas ponedoras, cuyos huevos en su totalidad son comprados por la empresa constructora. Brasileña.
Asimismo, tienen una fábrica de producir abono orgánico, sólido y líquido, y todos los beneficios esas microempresas, después de pagar la renta de los terrenos, especializar un fondo para las eventualidades, se distribuye en forma equitativa entre las 27 familias.
Ramírez admite que de entrada pusieron en duda tal oferta, porque hace años que están esperando por promesas hechas por políticos que nunca llegan, y para aceptar lo que los ejecutivos de esa empresa, Sergio Zorzi y Jaime Collado, el primero de Brasil y el segundo dominicano, tuvieron que reunirse con la comunidad completa, y hoy la cara de Guayuyal comienza a cambiar radicalmente.
Se constituyeron en la asociación señalada, decidieron reeditar el desaparecido convite y dijeron manos a la obra; construyen las 27 casas para igual número de familias, todas idénticas, con
Ramírez dijo que hoy ya pueden decir que son seres humanos,