A pesar del cambio de fecha en la celebración, el 6 de enero sigue siendo un día significativo para los pequeños que, con entusiasmo, disfrutan la fiesta más especial para ellos. Convencidos de que sus peticiones fueron atendidas por Melchor, Gaspar y Baltazar.
Pese a las precariedades económicas que afecta a muchas familias, los padres, en su mayoría, sacrificaron otras necesidades para agradar a los más pequeños con juguetes y regalos. Muchos niños se quedaran en sus hogares, otros salieran a las calles, parques y áreas recreativas a montar bicicletas, patinetas o patines, jugar con muñecas, carritos o juegos de cocina.