POR TEOFILO BONILLA Y TONY BRITO
El profesor universitario Fernando Peña aclaró hoy que por disposición del entonces presidente Hipólito Mejía, se le asignaron armas de fuego, al igual que a otros dirigentes de izquierda, porque en ese momento sus vidas corrían peligro.
Peña dijo que el pasado 19 de diciembre le sustrajeron de la residencia del licenciado Diego Polo, director ejecutivo del Consejo para el Desarrollo de la Provincia Monseñor Noel y juez de la Junta Municipal Electoral, el fusil M-16A1, calibre 5.56 y una pistola ametralladora Uzi.
Explicó que el fusil que la Policía le ocupó al motoconchista Oscar Jerez, de 26 años, en la casa 14 de la calle Jiménez Grullón, del sector Los Transformadores de Bonao, le fue entregado para su seguridad personal por el entonces secretario de las Fuerzas Armadas José Miguel Soto Jiménez, por autorización del presidente Mejía, a igual que hizo con Narciso Isa Conde y otros dirigentes de izquierda.
“Inmediatamente se hizo el robo, presenté formal denuncia ante la fiscalía de Bonao, en la Policía y ante la jefatura de las Fuerzas Armadas, y posteriormente formulé querella contra dos individuos, uno de los cuales había confesado que tenía conocimiento de dónde se encontraban las armas”, expresó Peña en la redacción del periódico El Nacional.
Peña dijo que el pasado 19 de diciembre le sustrajeron de la residencia del licenciado Diego Polo, director ejecutivo del Consejo para el Desarrollo de la Provincia Monseñor Noel y juez de la Junta Municipal Electoral, el fusil M-16A1, calibre 5.56 y una pistola ametralladora Uzi.
Explicó que el fusil que la Policía le ocupó al motoconchista Oscar Jerez, de 26 años, en la casa 14 de la calle Jiménez Grullón, del sector Los Transformadores de Bonao, le fue entregado para su seguridad personal por el entonces secretario de las Fuerzas Armadas José Miguel Soto Jiménez, por autorización del presidente Mejía, a igual que hizo con Narciso Isa Conde y otros dirigentes de izquierda.
“Inmediatamente se hizo el robo, presenté formal denuncia ante la fiscalía de Bonao, en la Policía y ante la jefatura de las Fuerzas Armadas, y posteriormente formulé querella contra dos individuos, uno de los cuales había confesado que tenía conocimiento de dónde se encontraban las armas”, expresó Peña en la redacción del periódico El Nacional.